¡Hola, mis amantes del arte!
Aquí estoy como os prometí, aunque un poco tarde, hoy hablaremos de la tinta china aguada. Está técnica es económica y relativamente fácil, lo único a tener en cuenta es que una vez que se pinte en el papel no hay vuelta atrás, es decir no admite margen de error, para evitar equivocarnos podemos dibujar a lápiz un pequeño boceto sencillo, plasmarlo en el papel e ir añadiendo el color de la tinta poco a poco para degradarla de más clara a más oscura, hasta conseguir la tonalidad deseada, sin olvidarnos de dejar en blanco las zonas con mayor luminosidad.
Ahora bien, bajo mi punto de vista, los materiales necesarios son:
- Papel para dibujar de la marca Papel Ingres. Dicha marca, es la que más utilizo porque me sirve para todo tipo de técnica al agua, además calidad-precio está muy bien.
- Un lápiz. La numeración HB es ideal para dibujar bocetos, puesto que los trazos del grafito son suaves y a la hora de borrarlos no quedan señales.
- Un pincel de cerda normal, para principiantes recomiendo la marca Da Vinci, aunque otras marcas que he utilizado y me gustan mucho son: Watercolor Brus y Van Gogh. (El grosor del pincel va en función del tamaño de la obra, eso sí, cuanto más fino sea más precisión tendremos).
- Tinta china. Existen varios colores, aunque para comenzar es mejor la de color negro o sepia de la marca Artist y Drawing Ink, respectivamente.
- Un pequeño recipiente para verter agua (intentar que el agua esté prácticamente limpia en todo momento).
- Papel absorbente o un trozo de trapo para quitar los excesos del pincel.
- Una superficie (por ejemplo: un plato de plástico) donde poder mezclar la tinta y el agua.
Estos materiales podéis encontrarlos en las tiendas de manualidades, en tiendas de pintura, por internet e incluso en algunas papelerías.
A continuación, en las imágenes, podréis ver algunos pasos que seguí para elaborar una obra.
Espero que disfrutéis.
Besos de chocolate.